LAS PRIMERAS ESCULTURAS DE LA HISTORIA
:Con la denominación genérica de "venus paleolíticas" se conoce a un
numeroso grupo de esculturas femeninas de pequeño tamaño, localizadas en
diversos yacimientos correspondientes al Paleolítico Superior en Europa (Rusia
incluida), realizadas tanto en bulto redondo como en relieve y que supera ya el
centenar de ejemplares, dejando a un lado el hecho de que representaciones con
el mismo motivo se han encontrado también formando parte de algunos conjuntos
de pintura rupestre. Antes que otra cosa, conviene precisar que el término de
Venus no alude aquí, lógicamente a ninguna divinidad de la belleza y ni
siquiera puede afirmarse que corresponda a una cierta idealización de este
concepto.
Venus de Lespugue. Marfil. Hacia 26000/24000 a.C. París.
Venus
de Savignano. Esteatita. ¿25.000 a.C.? Roma.
Cuando
se trata de analizar estas figurillas, existen varias cuestiones en las que
coinciden plenamente todos los investigadores: no cabe duda de que son
representaciones femeninas, cuyos autores han puesto un énfasis especial en
recoger con el mayor detalle algunos rasgos anatómicos, fundamentalmente los
pechos, las caderas y las nalgas, el vientre e incluso la vulva, lo que podría
indicar una clara preferencia por los elementos más visibles de la sexualidad
femenina. Al mismo tiempo, en muchas de estas figuras observamos también una
exageración de la obesidad concentrada en esas zonas del cuerpo, lo que se ha
dado en calificar como esteatopigia, aunque tal palabra no figure en el
diccionario de nuestra lengua. Además, frente a la presencia de estos
caracteres, la mayoría de estas figuras carece de rostro propiamente dicho
(aunque a veces se represente el cabello) y se observa en ella la escasa
atención prestada a las extremidades que en algunos casos están sólo indicadas
muy escuetamente. Finalmente, en casi todas estas piezas resulta evidente la
esquematización de la representación humana, que viene a contrastar enormemente
con el elevado naturalismo de las figuras de animales características de la
pintura rupestre de la misma época.
Venus
de Willendorf. Piedra caliza. 24.000/22.000 a.C. Viena
Dada
la amplia extensión geográfica en que se han encontrado estas venus (desde el
sur de Francia hasta las estepas siberianas) es obvio que no puede existir un
único modelo ni en cuanto a la forma de la figura, ni respecto a su tamaño
(oscilan entre los 5 y los 25 centímetros) o la materia prima empleada para
realizarlas (piedras de diverso tipo, marfil, hueso, etc.). En todo caso, y
pese a la diversidad de modelos existentes, bien pudiera plantearse la
existencia de una cierta unidad cultural en el amplísmo territorio en el que se
localizan los hallazgos, asociada aquella a la presencia de los Homo Sapiens.
Venus de
Brassempouy. Marfil. 26.000/24.000 a.C. París.
Sin
embargo, el acuerdo entre los investigadores termina a la hora de dilucidar
cuál puede ser el significado que puede atribuirse a estas figurillas. Según
unos, cabe entenderlas como primitivas diosas de la fertilidad, teniendo
presente lo explícito de los rasgos sexuales femeninos. Partiendo de esta idea,
hay quienes las consideran amuletos de uso personal (lo que explicaría la
ausencia de pies o de soportes para su colocación en vertical), que podrían
asociarse a ideas apotropaicas (propiciadoras de la salud), mientras que otros
apuntan a que se trata de una cierta forma de autorretratos (ante lo cual
tendríamos que preguntarnos porqué no los hay masculinos). Por último, no falta
quien explica su existencia como manifestación del carácter matriarcal de estas
sociedades paleolíticas. En el caso de la venus reproducida junto a estas
líneas, la presencia de ese cuerno ha llegado a asociarse a la idea de
"cuerno de la abundancia", lo que parece poco probable para este tipo
de sociedades depredadoras.
Venus
de Laussel. Piedra caliza. ¿Hacia 24.000 a.C.? Burdeos.
Casi
con toda seguridad jamás sabremos de manera definitiva porqué se realizaron
estas diminutas figuras. Pero ahí quedan (junto a las representaciones de
algunos animales) como una de las más antiguas muestras de la escultura humana.
Magníficos ejemplos del arte mueble de las sociedades cazadoras-recolectoras
del Paleolítico Superior que evidencian la posesión por sus autores de ciertas
preocupaciones de carácter estético (aunque no exclusivamente) y el avance
respecto a una nueva capacidad de la inteligencia humana: la de realizar
objetos artísticos en tres dimensiones.
Izquierda:
Venus de Gagarino-1. ¿? Piedra. Ucrania.
Derecha:
Venus de Dolní Věstonice. Terracota. 29.000/26.000 a.C. Brno, República Checa.
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